jueves, 8 de septiembre de 2011

Cazando Bestias


Años atrás cuando veía las noticias me preguntaba sino tenían algo mejor que anunciar, pues lo único que se veía era sí Doña Meche se había peleado con Doña Sara porque invadió su espacio para estacionar. Ahora, por el contrario, anhelo esos días en que las noticias era tan simples y no escuchar de las masacres y ver la imágenes desoladoras que nos muestran.

Me parece increíble en lo que han convertido a mi ciudad. Pero realmente no culpo a nadie sino a nosotros mismos, a la sociedad. Pues estos problemas son el efecto de años de corrupción, de egoísmo, de querer sacar ventaja ante los demás. Desgraciadamente es parte de nosotros, de nuestra raza. Pe

ro ese no es el tema que quiero tocar; en días pasados vivimos un atentado terrorista, porque sólo así se le puede llamar. Pasamos por una situación que no sólo nos sorprendió a los mexicanos sino al resto del mundo. Y es entonces cuando alzamos la voz. La gente empezó a rezar, “A los que seguimos aquí, cuídanos y protégenos de todo mal AMEN” y a repudiar esos actos, “Esos malditos cobardes que matan gente inocente.” Y yo me preguntó si no debimos haber hecho esto antes. Pues desde hace meses las cosas no han parado de empeorar; todos hemos escuchado de conocidos secuestrados a plena luz de día o sacados de sus casas mientras dormían, ya no existe ningún tipo de seguridad y si no había combate contra esto, la masacre era algo que se veía venir.

Ahora me parece increíble pensar que en una calle, llena de tráfico, a plena luz de día, no haya habido alguien que previniera este ataque. Según testigos de los hechos, había policías municipales a pocos metros y segundos antes del ataque estaban desviando a individuos que buscaban estacionarse cerca del casino, “yo iba a una construcción enfrente, quise estacionarme al lado del casino y sólo cruzar, pero los policías no me

dejaron, entonces me seguí; minutos después escuche los balazos”. Tal vez esta mal pensar en que la policía esta metida en esto, pero a veces no nos dejan otra alternativa, pues la ciudad parece tierra de nadie.

Me altera un poco pensar que necesitábamos esto para darnos cuenta de nuestros errores y más aún que ni así los veamos. ¿Cómo es posible que necesitemos de recompensa para querer capturar a estos maleantes? “La Procuraduría General de la República ofrece una recompensa de hasta 30 millones de pesos por información que ayude a la ubicación de los sicarios responsables del ataque al Casino Royale”. Es aquí cuando yo me preocupó mas porque esta clase de avaricia es la que nos ha llevado a donde estamos y de la

que todos somos responsables.

En mi opinión no sólo el gobierno y los sicarios son culpables, sino la sociedad en general, que nos hemos olvidado de nuestra conciencia y nuestra corazón como seres humanos, y nos estamos transformando en verdaderas bestias que cada uno de nosotros debería de cazar.

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